Cuando me enamoré de Dark Souls
Corría el año 2012. Fue un año de muchos cambios a nivel personal y profesional en mi vida. Acababa de conocer aunque yo no lo sabía, a la futura madre de mi hija y encontré la estabilidad laboral en el sitio que menos esperaba.
Aquel año pude agenciarme una PS3 gracias a una oferta que aproveché junto a uno de mis mejores amigos. Nos hicimos con la plataforma de Sony en su versión Slim de 320 GB por la cantidad de 250 euros. La decisión fue sencilla después de comprobar que el online para jugar era gratuito lo que me quitó las dudas, si es que las tenía, acerca de la idoneidad de esta compra.
Fue así como conocí Dark Souls. Yo buscaba un juego parecido a Monster Hunter, un arpg ambientado en un mundo de fantasía donde los cazadores daban caza a wyverns y dragones ancianos. En PS3 estaba a punto de salir Dragons Dogma, juego, además del mismo estudio (Capcom) que MH. No obstante, faltaban unos meses para que saliera a la venta y yo quería, después de 2 años sin tocar una consola, aprovechar el momento. Fue así como en una tarde de principios de Abril llegué a una conocida tienda de videojuegos y me hice con DS, a pesar de las advertencias del vendedor que me dijo que era uno de los juegos más devueltos por su absurda dificultad.
A día de hoy no puedo estar más contento de aquellos primeros 20 euros invertidos. El juego no era difícil pero si desafiante. No era injusto sino que te hacía aprender patrones. Y por último, no era, como leí alguna vez, lioso y sin sentido, sino que, a través de su revolucionaria narrativa, te permitía hilar la historia.
DS está ambientado en un mundo decadente, con tintes medievales y, si, muchos elementos comunes al género fantástico (monstruos, dragones, brujos, caballeros...) pero son tantas las características que lo hacen totalmente distinto y único en su género que es imposible no quererlo.
Dark Souls es un juego de 2011. Es una secuela indirecta de Demons Souls, juego de 2009, que es la inspiración primigenia de todo lo que vino después y que, ahora, ha salido remasterizado para PS5, la consola de última generación de Sony.
Posteriormente, han salido 2 juegos más de esta franquicia. DS2, menos armónico que su predecesor pero que cuenta con el mejor sistema online de PvP (player versus player) y DS3, que cerró definitivamente la historia y que tenía, a mí juicio el mejor personaje y jefe final de toda la saga (El Rey sin nombre). Bloodborne, el otro gran juego de Hidetaka Miyazaki, creador de esta saga, es un juego único también en su especie, por lo que no lo considero un Soulslike propiamente dicho aunque conserve muchas mecánicas de ese estilo. Es, sin embargo, un juego mucho más agresivo y frenético, con un componente de terror lovercraftiano que no está presente de forma tan clara en DS. Es también considerado una obra maestra y, junto con GOW y TLOU, el mejor juego de la pasada generación.
En definitiva, un juego que me enamoró y me hizo reengancharme al mundillo de los videojuegos al que pensaba que no iba a volver. Y es que aquello de que los videojuegos son para los niños es un manido estereotipo de anteriores generaciones que no comprenden (ni lo intentan) esta forma de ocio.
Muchas gracias por tu visita y si eres un/a fan de DS, te invito a que me cuentes tu experiencia
Salu2
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